Jaume Casanovas, alcalde de Vilanova i la Geltrú desde 1979 a 1991.

Vilanova i la Geltrú probablemente sería una ciudad muy diferente a la que conocemos hoy en día de no haber sido por la figura de Jaume Casanovas i Escussol, quien fue su alcalde desde 1979 hasta 1991, y que falleció el pasado 2 de agosto a la edad de 74 años. Su fuerte liderazgo -no exento de controversia en algunos momentos- fue determinante en la transformación de la ciudad.

Una anécdota “que tiene mucho que ver con el temperamento de Jaume Casanovas”  tuvo lugar a mediados del año 1990, tal y como recuerda Isidre Also, en la actualidad gerente de la patronal empresarial comarcal FEPG y en aquella época miembro de la Jove Cambra.

“Estábamos ideando cómo debía ser la Fira de Novembre y desde la Jove Cambra quisimos presentar la idea a Jaume Casanovas. El caso es que fuimos al Ayuntamiento y en el momento de pasar a la sala donde recibía el alcalde, unos compañeros míos que no estaban familiarizados con las cuestiones de protocolo, nada más entrar se sentaron… Antes de que el alcalde lo hiciese”. 

“Entonces, Jaume Casanovas se los queda mirando y les dice ‘No, no no.  Hagan el favor de levantarse. ¿Saben por qué?  Porque yo soy el alcalde. Y el alcalde es el presidente. Y presidente, en latín viene de praesidere, el que se sienta primero. Y el hecho de que se hayan sentado antes que yo es una descortesía’. Así que mis colegas se levantaron y dejaron que él se sentase primero, luego se sentaron todos los demás y comenzó la reunión”. 

“Creo que esta anécdota refleja una salida propia de Jaume Casanovas, que a veces mezclaba la ironía con la arrogancia y un cierto sarcasmo no académico pero sí muy elegante”, indica Isidre Also.

Primer alcalde de la democracia

Jaume Casanovas era alcalde desde 1979, cuando se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas tras cuatro décadas de dictadura franquista.

Desde la clandestinidad en los años 60 y 70, Casanovas ya había formado parte de los movimientos políticos que acabarían confluyendo en la creación del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC).


“Le tocó gobernar una ciudad donde todo estaba por hacer, en momentos económicos y sociales muy complicados”

Juan Luis Ruiz

Según apunta Juan Luis Ruiz, concejal del PSC en el Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú, a Jaume Casanovas “le tocó gobernar una ciudad donde todo estaba por hacer, en momentos económicos y sociales muy complicados, con una grave crisis industrial”.

A pesar de todo, “bajo su liderazgo se transformó la ciudad, se resolvieron déficits históricos con la puesta en marcha de servicios mínimos y básicos en todos aquellos barrios que no tenían ni pavimento o alumbrado”, recuerda Ruiz.


La ciudad experimentó un cambio notable durante su mandato, con la construcción de vías de ronda, supresión de pasos ferroviarios a nivel, primeras zonas para peatones en el centro…


“Y se proyectó Vilanova i la Geltrú pensando en su futuro, con actuaciones que son clave todavía hoy, como vías de comunicación, infraestructuras o polígonos industriales, equipamientos públicos, el inicio de la peatonalización del centro urbano, la mejora del frente marítimo y la dignificación de barrios como la Collada y Sis Camins”, añade Juan Luis Ruiz.

Un estilo propio

¿Cómo se lograron llevar a cabo tantos proyectos que transformaron radicalmente la ciudad en un período relativamente corto de doce años?

En opinión de Sixte Moral, compañero de partido y exalcalde de Vilanova i la Geltrú, la clave residió en la capacidad de liderazgo de Jaume Casanovas.


“Jaume tomaba decisiones y tiraba adelante, si era necesario dar giros se hacían, pero el trabajo se dirigía con fuerza y tozudez”

Sixte Moral

En este sentido, explica Sixte Moral, Jaume Casanovas se caracterizaba por “un liderazgo fuerte, quizá en algunos momentos personalista, pero con la capacidad de proyectar y conformar equipos que le apoyasen en la reflexión y en el debate. Aunque se construyan equipos, muchas veces el liderazgo también se expresa en el momento de tomar decisiones en solitud después de escuchar. Y en este sentido, Jaume tomaba decisiones y tiraba adelante, si era necesario dar giros se hacían, pero si el objetivo era uno determinado, el trabajo se dirigía con fuerza y tozudez para cumplirlo”.

Ejecutar proyectos

Respecto al estilo que tenía Jaume Casanovas para dirigir y gobernar la ciudad, Isidre Also hace la siguiente reflexión: “Él es un político que llega al Ayuntamiento, piensa que tiene capacidad de ejecutar  y quiere aprovechar ese tiempo al máximo. De hecho, creo que de los alcaldes que hemos tenido desde entonces, el gran ejecutor de actuaciones públicas ha sido Jaume Casanovas”.

“También es verdad, y eso lo reconocemos todos, que antes los alcaldes tenían mucha más capacidad de maniobra”, añade Isidre Also. “Antes se podían hacer alcaldadas. Probablemente, Jaume Casanovas fue el último alcalde que pudo hacer alcaldadas y a veces este tipo de decisiones puede  ser el punto de inflexión para una población. Por ejemplo, la ronda Europa es una alcaldada, pero sin duda cambió la morfología de la ciudad”.


“Casanovas tuvo la valentía y las narices de tirar adelante un proyecto como la ronda Europa, que fue una alcaldada, pero también un punto de inflexión para Vilanova i la Geltrú”

Isidre Also

En este sentido, recuerda Isidre Also, “Jaume Casanovas se dotó de una herramienta poderosa en su momento, como fue la empresa municipal Pivsam, que fue su brazo armado. Él tenía muy claro que ciertas cosas no se podían hacer desde la Municipalidad y que era necesario dotarse de una herramienta que pudiese gestionar las expropiaciones, etc”. 

“En la ronda Europa, por ejemplo, hubo muchos damnificados, porque la carretera pasaba por el medio de muchas propiedades. Pero gracias precisamente a esa alcaldada, Casanovas tuvo la valentía y las narices de tirar adelante el proyecto. Imagínate cómo sería hoy Vilanova sin la ronda Europa”, indica Isidre Also.

Jaume Casanovas, en el acto de conmemoración de los 25 años de ayuntamientos democráticos. Foto: Ajuntament de Vilanova i la Geltrú

Consecuencias

Sin embargo, el fuerte estilo de gobierno de Jaume Casanovas también tuvo sus consecuencias y costes en el Pleno municipal, sobre todo a nivel de relaciones con los otros grupos políticos.

“Para la gente que éramos de Convergència, que mantuvimos una oposición extremadamente crítica y dura, debo reconocer que la relación con el alcalde Jaume Casanovas era muy difícil”, explica Carles Campuzano, exconcejal y exdiputado en el Congreso por CiU.

“Tanto es así, que por eso llegamos a ver en Vilanova i la Geltrú en el año 1991 una coalición inédita de gobierno entre CiU i IC, lo cual tenía que ver en parte con las relaciones personales”, añade.


“Desde la oposición municipal, nuestra relación con Casanovas era muy difícil. Desde la perspectiva de los años, hay que asumir que fue un buen alcalde”

Carles Campuzano

En cualquier caso, “desde la perspectiva de los años, más allá de la relación complicada que tuvimos con él, hay que asumir que Jaume Casanovas fue un buen alcalde”, valora Carles Campuzano.

Tenía la ciudad en la cabeza. Cuando analizas detenidamente las transformaciones de Vilanova i la Geltrú en la década de 1980, él fue un pieza clave”.

Pirelli Mar

Pero fue precisamente un proyecto de gran transformación urbanística impulsado por Jaume Casanovas lo que finalmente hizo que perdiera la alcaldía, en las elecciones municipales de 1991.

“Pirelli Mar fue determinante en su caída”, indica Carles Campuzano, en referencia a un polémico proyecto urbanístico que no llegó a ejecutarse.

El plan consistía en demoler las antiguas fábricas de la Pirelli que aún existían dentro del casco urbano, abriendo grandes plazas. Pero además se preveía la posibilidad de derribar decenas de casas situadas en el paseo marítimo. La revuelta vecinal, en contra de tales derribos de viviendas, fue tal que el gobierno municipal tuvo que dar marcha atrás.

“Creo que Pirelli Mar refleja esa dualidad entre la mirada estratégica y visionaria de Jaume Casanovas por un lado, y su manera de hacer por el otro. Aquel proyecto urbanístico, en parte, explica que el PSC perdiera la alcaldía tras las elecciones municipales de 1991, cuando se produjo el pacto de gobierno entre CiU i IC”, apunta Carles Campuzano.

Nueva etapa

Tras perder la alcaldía, Jaume Casanovas fue gobernador civil en las provincias de Lleida y Barcelona y posteriormente, directivo en una empresa pública.

Tras varios años apartado de responsabilidades públicas, “había vuelto con interés a participar en la vida política local, planteando propuestas o promoviendo debates, siempre con una fina ironía que hacía que todo el mundo lo escuchase”, apunta Juan Luis Ruiz.

En este sentido, Casanovas también impulsó el grupo local de Federalistes d’Esquerres en la ciudad.

“Estos días todavía participaba preparando actos, conferencias, presentaciones de libros… En definitiva, hacía pedagogía política, generaba equipos y ganas de trabajar para difundir las ideas”, añade Juan Luis Ruiz.

“Luz y prosperidad”

A raíz del fallecimiento de Jaume Casanovas, la bandera del Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú ondea a media asta en señal de duelo.

La alcaldesa, Olga Arnau, ha expresado “un sentido recuerdo para quien dio luz y prosperidad a la ciudad después de 40 años de oscuridad”.

En opinión de Sixte Moral, “Casanovas supo plantear un proyecto de ciudad, ambicioso, con una clara voluntad de proyectarse hacia el futuro (…) Asentó las bases de la ciudad que hoy tenemos”.