Una de las maneras más incómodas de comenzar o acabar la jornada es tener que viajar de pie en autocar durante un trayecto de 50 minutos por carretera, autopista y autovía

Para muchos usuarios habituales de Bus Garraf (el servicio de autocares directo que conecta Vilanova i la Geltrú con Barcelona), una de las peores maneras de comenzar el día o acabar su jornada laboral o de estudios es que en hora punta (ida o regreso) les toque ir de pie durante un trayecto que suele durar 50 minutos por carretera, autopista y autovía. ¿Cómo es posible que en el mismo autocar donde algunos tienen que ir de pie sea obligatorio por ley que las personas sentadas lleven abrochado el cinturón de seguridad? Es una situación kafkiana, pero legal.

El problema no es nuevo, pero persiste. Ya el pasado mes de octubre, numerosos usuarios expresaron su descontento a través de las redes sociales.

La situación era de tal gravedad que incluso el Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú reclamó a la dirección general de Transportes y Movilidad de la Generalitat «un refuerzo del servicio interurbano de bus en Barcelona, ante las situaciones de colapso que se están produciendo desde hace semanas en horarios punta».

Se estima que cada día laborable cerca de 1.250 personas de Vilanova i la Geltrú van y vuelven a Barcelona en autocar.

También se informó entonces que la empresa concesionaria del servicio, Plana, había doblado las expediciones «en algunos horarios de mayor intensidad».

Sin embargo, testimonios recogidos por Vilanova.blog y fotos realizadas por los usuarios esta misma semana constatan que el problema sigue sin resolverse.

Una imagen tomada esta semana en un bus exprés que hacía el trayecto de Barcelona a Vilanova i la Geltrú.

¿Pueden ir pasajeros de pie en autocares que realizan trayectos interurbanos?

Muchas personas se preguntan si pueden ir pasajeros de pie en autocares que realizan trayectos interurbanos.

Según el departamento de Transportes de la Generalitat, ir de pie en un autocar es legal en trayectos interurbanos medios, si bien el vehículo no puede superar la velocidad de 80 kilómetros por hora.

También el departamento jurídico del Real Automóbil Club de España (RACE), explica que «el artículo 48.1 b) del Reglamento General de Circulación establece que en el supuesto de que en un autobús viajen pasajeros de pie porque así esté autorizado, la velocidad máxima, cualquiera que sea el tipo de vía fuera de poblado, será de 80 kilómetros por hora».

¿Cuándo y cómo puede estar autorizado que un autocar transporte pasajeros de pie en un trayecto interurbano?

Esto dependerá de la ficha técnica del vehículo, pues depende de los pesos y homologaciones. Respecto al número de pasajeros sentados y de pie que puede transportar un determinado autocar en trayectos interurbanos, esta información está especificada en un cartel situado encima del conductor, ya que varía en función de cada vehículo.

Dependiendo del modelo, un autocar está autorizado a llevar un determinado número de pasajeros de pie en trayectos interurbanos.

No obstante, el manual «Viaje en autobús» (elaborado por la Dirección General de Tráfico) dice lo siguiente en el capítulo dedicado a los viajes en autobús interurbano: «Todos los viajeros deben ocupar un asiento y no deben permanecer de pie en el pasillo. Si el autobús está equipado con cinturones de seguridad, deberá llevarlo puesto durante todo el viaje».

Por añadir más confusión, muchos usuarios se preguntan cómo es posible que en el mismo autocar donde van pasajeros de pie sea obligatorio para los pasajeros que van sentados llevar el cinturón puesto. Es una situación kafkiana, pero legal.

De hecho, según explica la Fundación Mapfre: «La ley obliga a los pasajeros a abrocharse el cinturón de seguridad si el autobús o autocar dispone de ellos (quedan exentos autobuses urbanos y cercanías).  No llevar el cinturón en los autobuses que sí cuentan con este dispositivo es considerado una infracción grave  que tendrá que abonar el pasajero«.

Ante esta dispersión normativa, algunas comunidades autónomas como Baleares y Andalucía han introducido cambios legales.

Por ejemplo, en Andalucía un autocar interurbano puede transportar cierta cantidad de pasajeros de pie, pero los trayectos deben ser como máximo de 30 kilómetros. En Baleares, el límite es de 35 kilómetros. Y en ambas comunidades, la velocidad máxima debe ser 80 kilómetros por hora.

La distancia entre Vilanova i la Geltrú y Barcelona es de 40 kilómetros por la autopista C-32.

Buena parte del trayecto en autocar entre Vilanova i la Geltrú y Barcelona es por autopista y autovía. La línea exprés.cat que enlaza la comarca del Garraf con Barcelona fue creada en 2015 por el departamento de Territorio de la Generalitat de Catalunya. Es decir, se trata de un servicio de transporte público (sujeto a una serie de regulaciones) que está operado por una empresa concesionaria.

Estrategias de adaptación de los usuarios

Para evitar las incomodidades y el riesgo que supone ir de pie (ante la posibilidad de frenazos bruscos, accidentes, etc.) cada vez más pasajeros de la línea de bus Vilanova-Barcelona optan por modificar sus horarios y desplazamientos.

Por ejemplo, hay usuarios que prefieren levantarse más pronto por la mañana para llegar a tiempo a alguna parada donde el bus todavía no va tan lleno, aunque haya otra parada más cerca de su domicilio.

Sin embargo, es más complicado hacer algo parecido en Barcelona a partir de la tarde, cuando se trata de regresar a Vilanova i la Geltrú tras haber finalizado la jornada laboral o de estudios.

Otras veces los usuarios se dan cuenta de que ya no quedan plazas libres cuando ya están a bordo del autocar y algunos reclaman al conductor que les abra la puerta para permitirles bajar y esperar al siguiente vehículo.

Respecto a esta última cuestión, pasajeros consultados por Vilanova.blog afirman que algunos conductores avisan previamente a los usuarios que están a punto de subir, que ya no quedan plazas sentadas.

«Por las mañanas, hace meses decidí que cogería el autocar en la parada de Pompeu Fabra porque allí es más seguro conseguir un asiento», explica Beatriz, una pasajera que se traslada de lunes a viernes desde Vilanova a Barcelona. «Ese autocar llega a las 6:30 AM a la parada de los Mossos d’Esquadra y allí alguna vez el conductor ya no ha dejado subir a nadie de pie», explica.

«En cambio, el pasado martes 5 de marzo, volviendo desde Barcelona, seis personas subimos al autocar en la parada Ciutat de la Justícia a las 15:30 h y el conductor no nos avisó que teníamos que ir de pie. Cuando llegué hasta el fondo del vehículo y vi que no había plazas sentadas, di un grito al chófer para que me oyera y abriera las puertas, porque no me daba la gana ir de pie. Se bajaron conmigo dos personas más y nos tocó esperar al siguiente. Creo que los conductores tendrían que avisar previamente a los usuarios si te tocará ir de pie», añade la misma pasajera.

Eduardo, otro pasajero que también se desplaza de lunes a viernes a Barcelona, señala que «si el autocar va lleno en los trayectos de vuelta, el conductor suele avisar. No obstante, algunos pasajeros deciden subir igualmente porque prefieren ir de pie y regresar cuanto antes a casa, en lugar de esperar al siguiente».