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Caminando entre las tumbas de Vilanova

Una veintena de cementerios turísticos de España están reconocidos como de interés turístico, entre ellos el de Vilanova i la Geltrú
El cementerio de Vilanova i la Geltrú reúne estilos neoclásico, neogótico y modernista.

Que los cementerios sean un sitio de interés turístico es algo que de por sí genera controversia. Por un lado, el hecho de que un cementerio reciba visitantes puede ser un estímulo para que los ayuntamientos se esfuercen en preservar y mantener en correctas condiciones unos espacios que atesoran un importante patrimonio histórico y artístico.

Aunque por otra parte, los detractores de este tipo de turismo podrían sostener que una llegada masiva de visitantes podría poner en riesgo la conservación de los recintos funerarios, así como la tranquilidad y ambiente de respeto que deben tener estos lugares.

En cualquier caso, el cementerio de Vilanova i la Geltrú forma parte de Association of Significant Cementeries in Europe, una entidad que promueve los cementerios “como una parte fundamental del patrimonio de la humanidad”.

“Muy difícilmente veremos el cementerio de Vilanova i la Geltrú lleno de visitantes. La ciudad no recibe tantos turistas”, dice Jordi Pérez, responsable de la empresa Arc Gestió Cultural.

Su empresa, de hecho, organiza visitas guiadas por diferentes espacios de Vilanova i la Geltrú (museos, el casco histórico, etc) y “como mucho, organizamos dos visitas para grupos al año al cementerio”, comenta.

Detalle de una escultura en el cementerio obra del artista Pau Carbonell, el mismo que realizó la escultura de Sant Antoni en la iglesia del mismo nombre en Vilanova i la Geltrú.

Numerosa simbología

Sin duda la mejor manera de visitar el cementerio de Vilanova i la Geltrú es de la mano de un guía, pues el recinto funerario está repleto de historia, simbología y detalles que se escapan a simple vista.

El cementerio actual data de 1817, aunque ha sido ampliado en sucesivas fases. La más significativa se llevó a cabo en 1872, impulsada por Francesc Gumà i Ferran, un conocido indiano (hizo fortuna en América) e industrial de la época, que había impulsado la llegada del ferrocarril a Vilanova i la Geltrú.

Precisamente su tumba es una de las que encontramos en el cementerio de la ciudad. “Es muy curioso, porque Francesc Gumà i Ferran fue un personaje de gran calado en la historia de Vilanova i la Geltrú, sin embargo los monumentos, parques y plazas que se le han dedicado han ido a menos”, explica Jordi Pérez.

Otro personaje fundamental cuya tumba también encontramos en el cementerio es Víctor Balaguer, escritor, periodista y político del siglo XIX, que llegó a ser ministro de Ultramar y Fomento.

La tumba de Víctor Balaguer en el cementerio de Vilanova i la Geltrú, aunque existen dudas razonables sobre si realmente fue enterrado aquí, dado que era un conocido masón.

La tumba de Víctor Balaguer es una mezcla de estilos neoclásicos y modernistas, además de estar repleta de símbolos. “Este personaje era masón de grado 33 y en teoría los masones no se hacían enterrar en cementerios cristianos”, explica Jordi Pérez.

De hecho, existe una leyenda local según la cual los restos de este personaje no descansan en la tumba ubicada en el cementerio, sino en un lugar secreto bajo la cúpula de la Biblioteca-Museo Víctor Balaguer, edificio que él mismo fundó en 1884.

Otra tumba singular es la de Jaume María Ramona, el mismo que, a raíz de una apuesta, hizo destruir unas columnas en el vestíbulo de su mansión de Vilanova (se trata del edificio Casa Ramona i Maynés o “casa de les Columnes Trencades“, en la calle Caputxins, nº6).

“Era un personaje algo excéntrico e hizo poner en su capilla unas puertas de hierro, pues consideraba este material como un elemento incorruptible. Aunque como podemos ver en la visita, el tiempo no le dio la razón”.

La tumba de Jaume María Ramona, forrada con puertas de hierro.

Entender la historia

En suma, explica Jordi Pérez, la visita al cementerio de Vilanova i la Geltrú nos permite “descubrir y entender algunos de los personajes más importantes que ha tenido la ciudad: desde Manuel de Cabanyes hasta Víctor Balaguer, pasando por Joaquim Mir, Joaquim Soler i Gustems , Jaume Marià Ramona o Ramon Junqué“.

“Buena parte de la historia de Vilanova i la Geltrú se nos hace más cercana en un espacio solemne como el cementerio y nos permite entender la relevancia de sus personajes más importantes y cómo estos fueron significativos en la historia de la ciudad”, añade.


Antiguamente, la gente tenía mucha más relación con la muerte. Ahora es un tema tabú para la sociedad”

Jordi Pérez, Arc Gestió Cultural

En cualquier caso, admite Jordi Pérez, no todo el mundo se va a sentir cómodo en una visita a un cementerio, por los motivos que sean.

Uno de esos motivos puede ser precisamente la distancia que en las sociedades modernas occidentales hemos querido poner entre nosotros y la muerte.

“Antiguamente la gente tenía mucha más relación con la muerte, simplemente porque se producían más fallecimientos por enfermedades, guerras, etc. Ahora, en cambio, la muerte es un tabú para la sociedad”, apunta este experto en turismo cultural.

Y pone un ejemplo: “En la entrada del cementerio de Vilanova podemos ver el Ángel del Apocalipsis. Pero este nombre no es para dar miedo, como algunos podrían pensar hoy en día. Es simplemente la figura de un ángel con una trompeta que anuncia que un día llegará la muerte de una manera inevitable. Por eso pusieron aquí esta escultura en el siglo XIX”.

La estatua del Ángel del Apocalipsis nos recibe en la entrada del cementerio de Vilanova.

“Dark tourism”

Lo cierto es que las visitas a cementerios también pueden considerarse como una forma de “dark tourism”, una tendencia que puede traducirse como turismo oscuro.

El ‘Dark Tourism’, también conocido como “turismo de la muerte”, es cada vez más objeto de estudio por parte de la comunidad académica y motivo de interés de empresas turísticas y destinos.

Los expertos definen el ‘dark tourism’ como la fascinación o curiosidad que pueden sentir las personas normales y corrientes por visitar lugares asociados a la muerte.

De hecho, millones de viajeros en todo el mundo, cuando están en determinados países o ciudades, pueden sentir el impulso de visitar ciertos lugares: cementerios, el lugar donde falleció o está enterrado un personaje famoso, un campo de exterminio, el escenario de una batalla… ¿Qué motivos nos llevan a ello?


El “dark tourism” responde a la curiosidad de las personas por visitar lugares asociados a la muerte


Los profesores Philip Stone y Richard Sharpley, de la Universidad de Central Lancashire, Reino Unido, ahondaron sobre este asunto en un artículo publicado por la prestigiosa revista académica “Annals of Tourism Research”.

Ambos autores llegan a una sorprendente conclusión: el “dark tourism” surge en las sociedades modernas debido a la necesidad que tienen las personas, en determinados momentos de su vida, de mirar cara a cara a la muerte.

Al fin y al cabo, nos recuerdan estos dos profesores, desde hace miles de años los seres humanos -conscientes de su mortalidad- han realizado rituales relacionados con la muerte. Es decir, experiencias místicas necesarias para encontrar el sentido de la vida.

En el cementerio de Vilanova encontramos varias tumbas con cúpulas de inspiración bizantina.

La muerte ausente

“Sin embargo, en las sociedades modernas y laicas, donde el individuo tiende a apartarse de la religión, este tipo de rituales o mecanismos de confrontación con la muerte cada vez son más escasos”, recuerdan Stone y Sharpley en su artículo.

“En otras palabras, la muerte se ha vuelto invisible y de este modo, ausente del dominio público”, explican ambos autores.

Pero como resultado de esa “ocultación” surgen nuevas formas de consumo. “Las personas consumimos ‘dark tourism’ en parte porque es un modo de corregir el desequilibrio y la ansiedad causadas por el secuestro institucional de la muerte”, dicen.

En suma, hoy en día el consumo de ‘dark tourism’ habría venido a sustituir, seguramente de manera inconsciente, aquellos rituales mágicos milenarios donde los individuos de la tribu debían mirar cara a cara a la muerte para encontrar un sentido a sus cortas y azarosas vidas.

Enlace de interés: Reservas para visitas guiadas en el cementerio de Vilanova i la Geltrú