Economato de Vilanova i la Geltrú, un proyecto del Ayuntamiento y Cáritas, donde participan también cerca de 30 empresas, un centenar de voluntarios y una decena de entidades. Fue inaugurado en 2015.

Alimentación, ayudas económicas, vivienda social, clases de refuerzo para niños y apoyo psicológico son las ayudas más prestadas por Cáritas en Vilanova i la Geltrú


La pandemia del coronavirus ha agravado las «nuevas pobrezas» en Vilanova I la Geltrú, según refleja la memoria anual correspondiente al año 2020 de Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat.

Según explica esta organización perteneciente a la Iglesia Católica, de las personas beneficiadas por su acción a lo largo del año pasado en la capital del Garraf, cerca del 30% era la primera vez que acudían a Cáritas.

«La crisis de la COVID-19 ha tenido impacto en un número importante de hogares que hasta ahora no habían necesitado el apoyo de las entidades sociales», indica la institución.

Llueve sobre mojado

Según explica Josep Francesc Canal, coordinador de Cáritas en Vilanova i la Geltrú, el perfil mayoritario de las personas que acuden a esta entidad son familias tanto autóctonas como procedentes de otros países «que ya venían arrastrando una situación difícil desde la anterior crisis económica que comenzó en 2009″, dice. «Habían logrado salir adelante, aunque con precariedad laboral, en el momento en que llegó la pandemia en marzo de 2020», añade.

Sin embargo, a lo largo del último año  «hemos visto además un aumento del 30% de familias que nunca antes habían llamado a la puerta de Cáritas», comenta.

«Estamos hablando de gente que, después de haber agotado todos sus ahorros durante la pandemia, se encontraban en una situación muy difícil: mujeres solas con hijos, matrimonios, etc», indica. 

«Durante la pandemia también hemos observado que los abuelos han vuelto a ayudar a los hijos, tal como hicieron en la anterior crisis de 2008, a los que han dado apoyo económico gracias a que no les han tocado las prestaciones por jubilación», añade.

Otras personas que han acudido por primera vez a Cáritas son «gente de otros países, con documentos para trabajar, pero que debido a los confinamientos y la pandemia no han tenido empleo por lo que no han podido cotizar el tiempo suficiente, lo que les permitiría renovar su documentación. Ahora se encuentran en una situación irregular o limbo legal».

Frente a esta situación tan compleja, desde Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat se aumentó el año pasado hasta un 16% el presupuesto destinado a la cobertura de necesidades básicas en las comarcas del Garraf, Alt Penedès, Baix Llobregat y parte de l’Anoia. La siguiente tabla refleja las acciones llevadas a cabo en Vilanova i la Geltrú.


ACTIVIDAD DE CÁRITAS EN VILANOVA I LA GELTRÚ DURANTE 2020

Alimentación: ayudas para un total de 2.975 personas (1.128 hogares) facilitadas a través del Economato. 
Infancia: clases de refuerzo educativo durante tres tardes a la semana, para diez grupos (51 niños en total). 
Vivienda: Cáritas dispone de un piso compartido donde han habitado nueve personas a lo largo del año pasado, además de 10 pisos sociales donde han vivido 26 personas (10 familias). A finales de julio de 2021 se ha inaugurado otro piso compartido, en la Geltrú, donde residirán seis personas.
Ayudas económicas: 411 ayudas para 151 hogares, que han beneficiado a medio millar de personas. Estas ayudas se destinan al alquiler de vivienda, pagos de suministros, alimentación o transporte. Durante la pandemia, muchas personas que perdieron el trabajo en Vilanova i la Geltrú se tuvieron que desplazar a Barcelona para buscar empleo, así que se les facilitaron ayudas económicas para pagar los trayectos en bus y el tren. 
Huerto social. Se trata de un terreno agrícola situado junto a la ronda Ibérica y el hospital de Sant Antoni. Dispone de 21 parcelas, que son cultivadas por varias personas y el producto es para su propio consumo. Existe además una parcela más grande para trabajos comunitarios (dos horas por semana) cuyos cultivos se destinan al economato. 
Asistencia vía telemática. Este servicio se presta vía whatsApp o teléfono para atender a la gente que necesita ayuda.
Salud mental. Cáritas también ha prestado apoyo en este ámbito a numerosas personas de Vilanova i la Geltrú durante la pandemia, debido a la incertidumbre, la sensación de soledad, etc. «La pandemia ha afectado mucho. Encontramos gente que no sabía hacia dónde tirar, que se encontraban solos, que veían a otras personas de su alrededor también en una situación muy complicada… Por muy valientes que seamos, todo esto te afecta», explica el coordinador de la entidad en Vilanova i la Geltrú. 
Fuente: Càritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat

El huerto social de Cáritas, en Vilanova i la Geltrú.

«Nunca imaginé tener que ir a pedir a Cáritas. Hasta ahora había trabajado y había podido salir adelante por mí solo, pero ya no podía. Tengo muchos nervios y no sé cómo podré hacerlo en el futuro».

«Si no tengo un trabajo, no puedo acceder a una vivienda y siempre tengo que estar pidiendo, y me siento fatal conmigo misma.»

Testimonios de personas atendidas por Cáritas
El huerto de Cáritas se encuentra junto a la ronda Ibérica.

Antes de la llegada de la pandemia, un 20% de la población ya vivía precariamente y muchas familias aún no se habían recuperado de la crisis económica anterior


En la propia memoria del año 2020 de Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat, el director de esta entidad, Ramon E. Carbonell Pujol, afirma que en el momento en que se declaró el coronavirus «nadie estaba preparado ni nadie había previsto lo que podía pasar».

«Pero Cáritas ya venía advirtiendo en sus informes que para demasiadas personas y familias no había llegado recuperación de la crisis de 2008, que las posibilidades de afrontar un nuevo descalabro económico llevaría mucha gente a una situación extrema», apunta Carbonell.

Concretamente, un 20% de la población catalana ya vivía precariamente, afirma esta entidad.

Según explica Ramon Carbonell, la mayoría de las familias que acudieron a Cáritas el año pasado lo hicieron principalmente debido a «la pérdida de ingresos procedentes del trabajo -en muchos casos en condiciones de precariedad– y el bloqueo o el cierre de la administración pública en el momento en que era más necesaria una respuesta rápida y directa a los ciudadanos».

Angustia, miedo e incertidumbre

Según comenta la entidad, «todas estas adversidades vividas por las personas que hemos acompañado desde Cáritas provocan un estado de angustia, miedo y un sentimiento de incertidumbre que también ha sido necesario gestionar».

«De hecho, una de cada dos personas afirman que su situación de salud en el aspecto psicosocial ha empeorado desde el inicio de la pandemia. Por este motivo desde Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat se ha visto necesario ampliar el servicio de acompañamiento psicológico para ayudar a las personas a poder gestionar las emociones vividas por esta realidad», indica la institución.


«Aferrarse a la esperanza es lo que les permite seguir adelante, superar las adversidades vividas y esperar nuevas oportunidades»


«Afrontar esta situación con la esperanza de que un futuro mejor será posible es a menudo el único recurso para estas personas. Aferrarse a la esperanza es lo que les permite seguir adelante, superar las adversidades vividas y esperar nuevas oportunidades que les permitan salir de esta circunstancia», dice Cáritas.

¿Qué panorama y perspectivas de futuro deja la pandemia en Vilanova i la Geltrú para tantas personas que se encuentran en riesgo de exclusión social?

«Al final de lo que se trata es de esperanza, de garantizar los derechos de las personas: a la salud, la vivienda, el trabajo digno… «, reitera Josep Francesc Canal.

«Además, se ha trabajado conjuntamente con el Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú, que ha facilitado numerosas ayudas económicas. De los impuestos que paga la gente se ha hecho un buen uso. Pero todo esto no solo depende del ayuntamiento de cada municipio, sino que va ligado a políticas generales de vivienda, educación y sanidad», concluye.

Inauguración de un nuevo hogar compartido de Cáritas en el barrio de la Geltrú, el pasado 28 de julio.

Nuevo piso compartido de Cáritas en la Geltrú

Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona, Alt Penedès, Baix Llobregat y sur del Anoia), también ha presentado esta semana el nuevo piso compartido Llar el Llimoner, en Vilanova i la Geltrú, que a partir del mes de septiembre acogerá hasta seis personas en situación de exclusión residencial o sin hogar.

Este equipamiento está ubicado en el barrio de la Geltrú, en una parte de los espacios sin uso de la Parroquia de Santa María, que ha cedido a Cáritas y que se ha rehabilitado.

Dispone de tres habitaciones dobles, cocina, comedor, sala de estar, espacio de baño, sanitarios y una terraza exterior.

Según informa la entidad, «lo que busca el proyecto es proporcionar una vivienda a personas en situación de exclusión social y residencial y dar respuesta de manera temporal a las dificultades que tienen estas personas para cubrir esta necesidad».

«Se pretende acompañar y asesorar a las personas en sus procesos de integración social, de inserción laboral y de recuperación de la autonomía personal, para que a medio-corto plazo, puedan acabar normalizando su situación», explica Cáritas.

Casi un centenar de voluntarios en VNG

En la actualidad, Cáritas cuenta con 90 voluntarios activos en Vilanova i la Geltrú. «Si alguien está interesado en colaborar, puede ponerse en contacto con nosotros a través de los teléfonos y correos electrónicos que aparecen en nuestra página web«.

Cabe apuntar que durante buena parte de la pandemia muchos de los voluntarios de más edad de Cáritas tuvieron que confinarse en casa como medida de prevención para evitar contagios, «pero también se han incorporado jóvenes que han mostrado su solidaridad«, explica Josep Francesc Canal.