Movilidad

Pesadilla en el bus nocturno a Vilanova

Los conductores sufren agresiones en las madrugadas de sábado y domingo, por lo que exigen la presencia de vigilantes de seguridad

Para los conductores de las líneas de bus que hacen el recorrido nocturno Barcelona-Vilanova i la Geltrú en fin de semana, la pesadilla comienza hacia las tres de la madrugada. A esa hora llegan a Sitges, tras haber atravesado los Túneles del Garraf. El autocar debe hacer allí una parada, donde desembarcarán algunos pasajeros y subirán otros que han estado de fiesta toda la noche. Pero entre esos últimos, varios querrán prolongar su particular juerga salvaje dentro del vehículo.

“A esas horas de madrugada en los fines de semana suele haber aglomeraciones en la parada de Sitges, aunque los problemas normalmente los causan una veintena de personas que ya son conocidos por la policía”, explica un portavoz de los conductores.

“Los chóferes sufrimos agresiones verbales, escupitajos, empujones, a alguno le han intentado quitar la bolsa de la recaudación o le han sacado navajas, han vaciado los extintores dentro del vehículo o incluso han llegado a arrancar las puertas con tal de acceder al autocar sin pagar”, añade este trabajador.


El incidente más grave sucedido hasta ahora ocurrió en julio, cuando un conductor recibió un puñetazo que le perforó el tímpano

En uno de los incidentes más recientes, que tuvo lugar a mediados de julio, uno de los conductores sufrió un tremendo puñetazo que le provocó la perforación de un tímpano. “Dios quiera que no pierda el oído”, dice un compañero suyo.

“Claro, sabiendo todo esto, cualquier conductor de bus que la madrugada del sábado y del domingo viene desde Barcelona y va acercándose a Sitges, sufre un estrés tremendo”, explica este portavoz.

De hecho, los problemas de inseguridad en el bus nocturno vienen produciéndose desde hace dos años, según denuncian los trabajadores.

Medidas de seguridad

Los conductores han solicitado a la empresa que, para garantizar la seguridad de trabajadores y usuarios, los autobuses sean equipados con medidas de prevención como cámaras de vigilancia y que también viaje a bordo personal de seguridad. De momento, dos autocares ya cuentan dichas cámaras de grabación.

Dos empresas de transportes (Mon-Bus y Plana) prestan el servicio de bus nocturno a Vilanova i la Geltrú. Los problemas de inseguridad afectan a ambas.

Según informa el sindicato CCOO, hasta ahora los trabajadores de Mon-Bus han realizado “innumerables reuniones con la dirección de la empresa para buscar soluciones, sin voluntad por parte de la compañía de llegar a acuerdos”.

CONVOCADOS PAROS PARCIALES EN DÍAS LABORABLES DE SEPTIEMBRE Y OCTUBRE

Los trabajadores de la compañía Mon-Bus han decidido convocar paros parciales a partir de septiembre para forzar a la empresa a que adopte medidas de seguridad.
Los paros parciales se llevarían a cabo durante los meses de septiembre y octubre, de lunes a viernes, desde las 7 a las 10 de la mañana; y a partir de las seis de la tarde hasta las nueve de la noche. En los próximos días, el departamento de Transportes de la Generalitat mediará entre empresa y trabajadores para intentar evitar la huelga.


“La situación de inseguridad es habitual tanto para conductores como para pasajeros de las líneas, con agresiones físicas y verbales continuas, y está afectando tanto física como psicológicamente al conjunto de la plantilla”

CCOO

Según explica uno de los trabajadores de Mon-Bus, “la empresa nos dice que no hay más dinero para seguridad. Pero nosotros creemos que la seguridad está por encima de todo”.

“Nos encantaría poder decir a los usuarios habituales del bus que hemos desconvocado la huelga. No nos gusta convocar una protesta así en un servicio público y lo hacemos muy a pesar nuestro. Pero es un grito de dolor que tenemos que dar para que la gente sepa de nuestras condiciones de trabajo”, añade este conductor de autocar.

“No hablamos solo de nuestra seguridad, sino de la seguridad de todo el pasaje. Porque cuando alguien da un empujón o agrede al conductor de un autocar, se está poniendo en riesgo a todas las personas que van dentro del bus”, concluye.

Autocares en la estación de Vilanova i la Geltrú.

Vigilancia policial

Los trabajadores también han mantenido reuniones con los Mossos d’Esquadra y los Ayuntamientos de Vilanova i la Geltrú, Sitges y Sant Pere de Ribes para explicarles la situación.

En este sentido, los conductores han pedido a las autoridades más vigilancia de Mossos y Policía Local en las paradas y horas más conflictivas.

“Hemos detectado sintonía por parte de los Ayuntamientos para intentar resolver el problema, que viene de largo. Pero hablamos de municipios bastante grandes, donde están algo faltos de personal por la noche por lo que es difícil que puedan colocarnos una patrulla especialmente para nosotros”, indica uno de los conductores que ha participado en dichas reuniones.

Un problema común

Desde Vilanova Blog hemos contactado con Mon-Bus para conocer su valoración de los hechos y, según reconoce Xavier Almirall, jefe de servicio de esta compañía de transportes, “es un tema difícil de resolver porque nos encontramos ante un problema social, que se repite en otros puntos de Cataluña y con otras empresas de bus nocturno”.

“Hemos estudiado varias opciones, como poner mamparas de seguridad para el conductor, pero esta medida se descartó porque nuestros autocares son de piso alto. Las cámaras de video-vigilancia que hemos comenzado a instalar son disuasorias y si ocurre algo, se puede llevar la grabación a las autoridades”, añade.

Por otra parte, “a los conductores les decimos que miren de evitar problemas si algunos pasajeros tienen una actitud hostil”.


Mon-Bus estudia poner vigilancia privada y solicitará a la Generalitat reforzar la línea nocturna con más autocares para reducir aglomeraciones

Mon-Bus está estudiando ahora la posibilidad de poner vigilancia privada en las horas de la noche más críticas del fin de semana, según avanza Xavier Almirall.

En este sentido, la idea que la empresa está valorando es contratar vigilantes privados “hasta el fin de la temporada de verano, porque el invierno acostumbra a ser más tranquilo”.

Pero en todo caso, añade este portavoz, “somos una empresa concesionaria, es decir operamos un servicio público cuya titularidad es de la Generalitat. Por eso creemos que para resolver este problema deberíamos ir todos juntos: Generalitat, Ayuntamientos, empresa y conductores. Creemos que sobre todo los municipios se tienen que implicar”.

“También pediremos al departamento de Transportes de la Generalitat reforzar la línea con más autocares, dado el aumento de pasajeros que ha registrado el bus nocturno. Si aumentamos el servicio, se reducirían las aglomeraciones”.

“En suma, entre todos podemos poner de nuestra parte para minimizar este problema, que será difícil erradicar del todo”, concluye el portavoz de Mon-Bus.


***ACTUALIZACIÓN 27 AGOSTO 2019***