Sociedad

Desalojan un campamento okupa en mitad de Vilanova I la Geltrú

Media docena de personas malvivieron durante varias semanas en un solar cerca de la rambla Sant Jordi

Unas viejas casetas de obra en un solar abandonado, situado a pocos metros de la rambla de Sant Jordi de Vilanova i la Geltrú, se convirtieron en chabolas en las cuales se instalaron media docena de personas durante varias semanas, hasta que finalmente fueron desalojadas de allí por la policía el pasado lunes.

El solar en cuestión se halla en un callejón sin nombre (sería la continuación de la calle de Francesc de Sales Vidal) que hace esquina con la Rambla de Sant Jordi. A su alrededor se han construido varios bloques de viviendas durante los últimos años.



Vista del callejón, desde la rambla Sant Jordi. El solar abandonado se encuentra a la izquierda.

El mismo callejón, visto desde el otro extremo, en el cruce de la C/ del Tigre con la C/ Francesc de Sales Vidal.


Peligro de incendio

Las casetas de obra llevaban abandonadas varios años. Este verano se instalaron a vivir allí un par de personas.

Según explican los vecinos, la situación era “deplorable” desde el verano debido a los malos olores, las hogueras donde los okupas se hacían la comida, “el peligro de incendios”, las “plagas de ratas” y sobre todo por los “jaleos que montaban porque iban drogados y bebidos”. De hecho, la policía comenzó a hacer acto de presencia en el lugar al producirse altercados.

El solar lleva tiempo abandonado y la valla metálica no impidió que las viejas casetas de obra fueran ocupadas y convertidas en chabolas.

Luz pinchada, peleas por la noche…

Los vecinos comenzaron a enviar fotos al Ayuntamiento de lo que estaba sucediendo, pero al cabo de poco tiempo “el problema se hizo mayor”.

“Resulta que, además de los dos drogodependientes que ya teníamos en el terreno, se sumaron cuatro menas, que se instalaron en la caseta grande que estaba vacía”.

Estos nuevos inquilinos, explica la portavoz de los vecinos, “vinieron con vitrocerámica, campana extractora, microondas, radiador eléctrico… Así que tiraron un cable para pinchar la luz del cuadro eléctrico de la obra del bloque que se hizo hace años. No entendemos cómo todavía hay corriente allí y no está dado de baja”, indica.

“La primera noche que se instalaron empezamos a oír gritos y fuertes golpes en la calle. Se estaban peleando con otros. Así, casi cada día”.

Los vecinos siguieron llamando a los Mossos d’Esquadra y a la Policía Local, “pero ellos no podían hacer nada, solo enviar patrullas cuando se producía algún altercado”.

Una foto del solar tomada el pasado 24 de septiembre, con las casetas de color azul y la más grande, de color blanco, al fondo.

Solar abandonado desde hace años

Así las cosas, los vecinos continuaron reclamando al Ayuntamiento algún tipo de solución que devolviera la tranquilidad al barrio. “Eso si logran encontrar al propietario de los terrenos porque parece desaparecido, ya que hace años no limpia el solar y por normativa tendría que hacerlo cada cierto tiempo”. También contactaron con el grupo municipal del PSC, en la oposición, para explicarles el caso.

Finalmente, el pasado lunes 27 de septiembre por la mañana los Mossos d’Esquadra volvieron a hacer acto de presencia, pero en esta ocasión para desalojar el campamento. Posteriormente, operarios del Ayuntamiento fueron a limpiar el solar, tal como podemos observar en la siguiente fotografía.

Aspecto que presentaba el solar el pasado miércoles 29 de septiembre, tras el desalojo.

Análisis

Aumentan las desigualdades sociales y el modelo de ciudad dormitorio es el que menos nos conviene

A medida que Vilanova i la Geltrú sigue creciendo en número de habitantes y el núcleo urbano continúa expandiéndose con nuevas edificaciones, probablemente continuarán aflorando más desigualdades sociales, tal como ha ocurrido en otras grandes ciudades. La pandemia ha agravado la situación  y de hecho están surgiendo nuevas pobrezas.

Habrá que ayudar a esas personas que se quedan atrás mediante políticas sociales, aunque igualmente será necesario desarrollar las condiciones que permitan atraer actividades económicas que permitan crear puestos de trabajo. El modelo de ciudad dormitorio al que Vilanova i la Geltrú parece ir encaminada es el que menos nos conviene.