
La crisis económica y sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus ha parado en seco el proyecto de construcción de un carril bici que debía unir la ronda Ibérica con el camping Vilanova Park, según ha confirmado el Ayuntamiento. Esto significa que la carretera de l’Arboç seguirá siendo, por un tiempo indefinido, uno de los trayectos más peligrosos de Vilanova i la Geltrú para ciclistas y peatones.
ACTUALIZACIÓN, 8 DE JULIO DE 2021
Un grupo de vecinos de Vilanova i la Geltrú ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas donde se reclama la mejora de la carretera que comunica con el camping Vilanova-Park.
“Es un tramo con muchos accidentes y fallecidos, pero el Ayuntamiento hace años que nos da largas”, explica una de las personas que ha impulsado la campaña.
La petición se puede firmar en este enlace a Change.org.
El proyecto de un carril bici segregado para bicicletas y peatones fue anunciado por el gobierno municipal en agosto de 2018.
“Este proyecto, que tiene un coste aproximado de 1,2 millones de euros, se prevé que se pueda ejecutar durante el 2020 y esté en funcionamiento en el verano de ese mismo año”, informó el Ayuntamiento en aquel momento.
Generalitat, Diputación y Ayuntamiento son las tres administraciones implicadas en la mejora de la carretera de l’Arboç pero de momento no hay dinero para el proyecto de carril bici
Sin embargo, la crisis del coronavirus ha alterado estos planes y ha paralizado el proyecto.
“Las tres administraciones implicadas (Generalitat, Diputación y Ayuntamiento) coinciden en la importancia de esta intervención, pero ahora mismo se siguen buscando fuentes de financiación y la situación de crisis lo ha complicado. No se prevé que se pueda iniciar a corto plazo”, explica una portavoz del Ayuntamiento.

UN TRAYECTO DE DOS KILÓMETROS
El proyecto, ahora parado, contemplaba la construcción de un carril segregado paralelo a la carretera BV-2115 (carretera de l’Arboç) el cual conectaría el camping Vilanova Park con el casco urbano de Vilanova. Esta nueva vía para bicis y peatones tendría casi dos kilómetros de distancia y una anchura de 2,50 metros, con dos carriles de circulación de pavimento asfáltico de color rojo.
Cuando el proyecto se anunció hace dos años, el concejal de Promoción, Jordi Medina, manifestó entonces que el nuevo carril bici “aparte de ser necesario y esperado en cuanto a mejora de la circulación y de seguridad vial, es también una oportunidad para proyectar la ciudad“.
Una carretera con múltiples usuarios
Albert Casas, consejero delegado del camping Vilanova Park, recuerda que esta instalación abrió sus puertas en 1982 “y en aquella época aún no existía el acceso a la autopista situado más arriba de la carretera; ni había tanta actividad en los polígonos industriales de la zona; como tampoco residía de forma permanente tanta gente en las urbanizaciones que rodean la carretera de l’Arboç, como sí ocurre hoy”.
En suma, dice el responsable del Vilanova Park, los usuarios de la carretera de l’Arboç se han multiplicado en las últimas tres décadas, “con más tránsito de coches y camiones, pero la amplitud de la vía sigue siendo la misma”.
Y al mismo tiempo, “mucha gente todavía circula en bicicleta y a pie por esta carretera, donde apenas hay un margen lateral, lo cual supone un riesgo”.
“Además, en el último año se han añadido las personas que circulan por este tramo en patinete eléctrico, lo que aumenta el riesgo de accidentes”.
“E incluso hay peatones y ciclistas que circulan por esta carretera de noche, sin que la vía esté iluminada“.

Alternativas
Debido al riesgo que supone la carretera de l’Arboç, sobre todo si no se conoce de antemano, “desde el camping Vilanova Park aconsejamos a los clientes que usen el servicio de bus -nosotros mismos fomentamos la venta de billetes en la recepción- y les explicamos que si quieren bajar en bicicleta hasta Vilanova es más seguro que vayan por las calles de la Collada, aprovechando que delante del camping existe un vial de acceso a dicho barrio”.